Tic Tac
Los minutos que pasan veloces cual sonatas ligeras, inconscientes de lo injusto de su rápido transcurrir, momentos que grabas y conservas, momentos que vives y almacenas, momentos que te calientan el corazón con la rapidez de un guiño que se escapa.
El rosa como color, como lema, como único registro.
El sabor de una noche cargada de conversaciones en las que las miradas llevan la voz cantante, manos que dirigen y ordenan palabras que no acaban de salir, ojos valientes que sostienen atrevidas miradas, ojos que brillan y desvían barcos, labios que se muerden por la intensidad de todos los momentos, por las ganas y el sentir, por la magia sin varita, por la noche que nos acoge en brazos del manto estrellado.
La cabeza apoyada identificando estrellas, el gigante Orión o el cinturón del gigante, lo menos importante de nuestro firmamento, imposible serlo cuando se está en brazos de la estrella que más brilla.
Nubes de colores lloviendo flores y alegría.
El tacto de una piel desconocida que se vuelve querida.
Los besos anhelados.
El día que llega.
La realidad que supera todas las expectativas.
Correré más rápido si tu estás esperando en la meta.
El abrazo eterno.
La felicidad que renace de forma salvaje, las ganas de eso y todo lo demás, lo intenso de tu ausencia y lo perfecto de tu presencia, el beso de película, el abrazo fuerte que te eleva hasta donde empieza el sentimiento.
La luz de la farola cómplice del primer beso.
El mar en tu piel.
El pelo que acaricias.
La mano que sujetas.
Mi espalda entre tus brazos.
El beso tibio que se asoma entre bruma y sal.
Y amor, mucho amor, corazones por todas partes, "La vie en Rose" en cada esquina, chapotear charcos y arrojar un paraguas, sonreírle hasta las plantas, que todo el mundo comente lo guapa que estás últimamente, el deseo de volver a estar, las horas que quedan y su mágico tic tac.
El rosa como color, como lema, como único registro.
El sabor de una noche cargada de conversaciones en las que las miradas llevan la voz cantante, manos que dirigen y ordenan palabras que no acaban de salir, ojos valientes que sostienen atrevidas miradas, ojos que brillan y desvían barcos, labios que se muerden por la intensidad de todos los momentos, por las ganas y el sentir, por la magia sin varita, por la noche que nos acoge en brazos del manto estrellado.
La cabeza apoyada identificando estrellas, el gigante Orión o el cinturón del gigante, lo menos importante de nuestro firmamento, imposible serlo cuando se está en brazos de la estrella que más brilla.
Nubes de colores lloviendo flores y alegría.
El tacto de una piel desconocida que se vuelve querida.
Los besos anhelados.
El día que llega.
La realidad que supera todas las expectativas.
Correré más rápido si tu estás esperando en la meta.
El abrazo eterno.
La luz de la farola cómplice del primer beso.
El mar en tu piel.
El pelo que acaricias.
La mano que sujetas.
Mi espalda entre tus brazos.
El beso tibio que se asoma entre bruma y sal.
Y amor, mucho amor, corazones por todas partes, "La vie en Rose" en cada esquina, chapotear charcos y arrojar un paraguas, sonreírle hasta las plantas, que todo el mundo comente lo guapa que estás últimamente, el deseo de volver a estar, las horas que quedan y su mágico tic tac.
Que bonito todo, me estoy emocionando porque veo nubes de colores en tu cielo... me estoy emocionando porque con un ala sigues siendo el mismo pajarillo que abre las mañanas, Angie.... que todos los dioses te bendigan porque te mereces lo que tanto anhleas my sister, my colegui my pelos guays... Cid we can! <3
ResponderEliminarLe quiero Sr. Llumiquinga, always!!!
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