Hace casi un año
Hace casi un año, por estas fechas me infundías ánimo y fe.
Hace casi un año, hablábamos de los sueños y el modo de volverlos realidad.
Hace casi un año, tu voz sonaba fresca y optimista al otro lado.
Siento vértigo cuando pienso en lo rápido que ha pasado este terrible primer año sin ti, me aferro a cientos de fotos para recordar como era la expresión de tu cara cuando algo te hacía mucha gracia, cierro los ojos y recuerdo como sonaba tu risa, busco el silencio para recordar tu voz.
Lléname los sueños de paseos eternos, coge mi mano y hazme bailar en medio de la calle, mírame y dime que somos los más afortunados de este mundo, escoge vestidos conmigo y juguemos a Pretty woman, pidamos una pizza de atún y veamos nuestras cuatro pelis favoritas.
Llena mi copa y háblame de sentimientos recuperados, dime que te casarás con él y que yo seré la madrina más elegante de la historia, eclipsando así a una pretenciosa Carrie Bradshaw.
Salgamos a la lluvia, levantemos los brazos y mojémonos la cara.
Trata de convencerme de un nuevo corte de pelo, desespérate ante mis eternas negativas de cambios radicales, sonríe y dime que tengo razón, que yo debo seguir siendo yo.
Despiértame a las seis de la mañana para correr por unas calles que huelen a mantequilla y manzana, dime que ver salir el amanecer desde el Louvre valdrá la pena.
Dime clamando al cielo que esto es vida y que todo lo demás no sirve para nada.
Vayamos juntos a todas las bodas y dejemos que piensen lo que quieran, nos divertía tanto confundirles, hasta buena parte de tu familia estaba convencida de que tu y yo éramos la pareja perfecta, asentíamos con toda la complicidad porque en el fondo era verdad, éramos una pareja de amigos-hermanos perfecta, la mejor que hubo, la única para los dos.
Llámame y dime que llegas a las nueve.
Llámame y cuéntame que te ha hecho sonreír de este día que terminamos juntos.
Llámame y pregúntame que voy a cenar.
Llámame y dime que te duele una muela y no hagas caso a ninguno de mis sabios consejos.
Llámame, tu solo llámame otra vez.
Planifiquemos un viaje; busca información en internet que yo hago la tortilla de patatas, discutamos porque tu prefieres calor y yo frío, escojamos el mes que mejor nos vaya a los dos, busquemos fotos alucinantes del destino y pensemos en los paisajes que veremos.
Escojamos los zapatos para ello y resignémonos con cara de asco porque no todos nos cabrán en la maleta.
Me divertía tanto que siempre te llevaras más que yo, me divertía un poco menos que tardaras mucho más en arreglarte.
Hazme fotos y ríe cuando yo te amenace seriamente en borrarlas quejándome de lo mal que salgo, haz fotos que sean hojas perennes en el álbum de nuestras vidas, haz fotos y tararea aquella canción.
Descubramos nuevos restaurantes, bebamos esos vinos, regalémonos bombones Godiva cuando tengamos un día feo.
Dime que solo ha sido una pesadilla.
Dime que solo estamos separados por unos km insignificantes.
Dime que si silbo vendrás.
Dime que esto no pudo pasarnos a nosotros.
Dime que sigues dormido.
Dime que estás bien.
Dime que no me has olvidado.
Dime que seguirás cuidando de mi.
Dime que no te dolió.
Vayámonos a bailar y regresemos a casa despeinados y con los zapatos en la mano, yo quejándome de los malditos cm de más y tu de la estrecha punta con sus cm de menos.
Despiértame y dime que hay café.
Huyamos del cine muertos de risa por las carcajadas imposibles de contener frente a una peli mala de las de verdad.
Corramos por las calles cogidos de la mano en busca del mejor carpaccio.
Dime que te hable de mis proyectos, ilusiónate conmigo, haz que me sienta orgullosa del hombre en el que te convertiste casi sin darnos cuenta, entre el último patio de colegio y el primer avión, háblame de personajes y ciudades que no hubiesen sido los mismos de no ser por tu inmenso talento.
Mírame y dime que el gris me sienta mejor que el negro.
Mírame y dime que me quieres.
Mírame y dime que no hay nada que no podamos solucionar.
Mírame y dime que le amas con locura, que todo os va genial y que es el hombre de tu vida.
Mírame y dime que algunas noches vienes a verme.
Mírame y dime que algún día dejará de doler.
Mírame y dime que nunca deje de sonreír.
Hace casi un año, hablábamos de los sueños y el modo de volverlos realidad.
Hace casi un año, tu voz sonaba fresca y optimista al otro lado.
Siento vértigo cuando pienso en lo rápido que ha pasado este terrible primer año sin ti, me aferro a cientos de fotos para recordar como era la expresión de tu cara cuando algo te hacía mucha gracia, cierro los ojos y recuerdo como sonaba tu risa, busco el silencio para recordar tu voz.
Lléname los sueños de paseos eternos, coge mi mano y hazme bailar en medio de la calle, mírame y dime que somos los más afortunados de este mundo, escoge vestidos conmigo y juguemos a Pretty woman, pidamos una pizza de atún y veamos nuestras cuatro pelis favoritas.
Trata de convencerme de un nuevo corte de pelo, desespérate ante mis eternas negativas de cambios radicales, sonríe y dime que tengo razón, que yo debo seguir siendo yo.
Despiértame a las seis de la mañana para correr por unas calles que huelen a mantequilla y manzana, dime que ver salir el amanecer desde el Louvre valdrá la pena.
Dime clamando al cielo que esto es vida y que todo lo demás no sirve para nada.
Vayamos juntos a todas las bodas y dejemos que piensen lo que quieran, nos divertía tanto confundirles, hasta buena parte de tu familia estaba convencida de que tu y yo éramos la pareja perfecta, asentíamos con toda la complicidad porque en el fondo era verdad, éramos una pareja de amigos-hermanos perfecta, la mejor que hubo, la única para los dos.
Llámame y dime que llegas a las nueve.
Llámame y cuéntame que te ha hecho sonreír de este día que terminamos juntos.
Llámame y pregúntame que voy a cenar.
Llámame y dime que te duele una muela y no hagas caso a ninguno de mis sabios consejos.
Llámame, tu solo llámame otra vez.
Planifiquemos un viaje; busca información en internet que yo hago la tortilla de patatas, discutamos porque tu prefieres calor y yo frío, escojamos el mes que mejor nos vaya a los dos, busquemos fotos alucinantes del destino y pensemos en los paisajes que veremos.
Escojamos los zapatos para ello y resignémonos con cara de asco porque no todos nos cabrán en la maleta.
Me divertía tanto que siempre te llevaras más que yo, me divertía un poco menos que tardaras mucho más en arreglarte.
Hazme fotos y ríe cuando yo te amenace seriamente en borrarlas quejándome de lo mal que salgo, haz fotos que sean hojas perennes en el álbum de nuestras vidas, haz fotos y tararea aquella canción.
Descubramos nuevos restaurantes, bebamos esos vinos, regalémonos bombones Godiva cuando tengamos un día feo.
Dime que solo ha sido una pesadilla.
Dime que solo estamos separados por unos km insignificantes.
Dime que si silbo vendrás.
Dime que esto no pudo pasarnos a nosotros.
Dime que sigues dormido.
Dime que estás bien.
Dime que no me has olvidado.
Dime que seguirás cuidando de mi.
Dime que no te dolió.
Vayámonos a bailar y regresemos a casa despeinados y con los zapatos en la mano, yo quejándome de los malditos cm de más y tu de la estrecha punta con sus cm de menos.
Despiértame y dime que hay café.
Huyamos del cine muertos de risa por las carcajadas imposibles de contener frente a una peli mala de las de verdad.
Corramos por las calles cogidos de la mano en busca del mejor carpaccio.
Dime que te hable de mis proyectos, ilusiónate conmigo, haz que me sienta orgullosa del hombre en el que te convertiste casi sin darnos cuenta, entre el último patio de colegio y el primer avión, háblame de personajes y ciudades que no hubiesen sido los mismos de no ser por tu inmenso talento.
Mírame y dime que me quieres.
Mírame y dime que no hay nada que no podamos solucionar.
Mírame y dime que le amas con locura, que todo os va genial y que es el hombre de tu vida.
Mírame y dime que algunas noches vienes a verme.
Mírame y dime que algún día dejará de doler.
Mírame y dime que nunca deje de sonreír.
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