Viajeros al tren


La primera vez que me subí a uno tenía seis años y me pareció el viaje más fascinante que había realizado, no es que a esa edad se haya viajado mucho, pero si lo comparaba con los viajes que solía hacer en el coche de mi padre, o los cortos trayectos de bus, aquel viaje en tren me pareció asombroso. Me cautivó la estación, la vía, las piedrecitas negras que en ella había esparcidas, me preguntaba para que serían, creo que aún no se para que son.

 
 

La cuestión es que aquel largo tren repleto de vagones y aquel primer viaje, nada más y nada menos que a Francia, me hizo amarlo. Recuerdo recorrerlo entero, asomarme a cada vagón y observar a la gente, con seis años lo puedes hacer, nadie te tacha de bicho raro, ni te preguntan que buscas, eres un niño y todo es normal.
Me pasé horas mirando por la ventanilla, viendo el transcurrir de paisajes, impregnándome de las conversaciones que los mayores iban teniendo, recuerdo el miedo que me producía pasar de un vagón a otro, pues la separación que había entre ellos no me daba mucha confianza, aun así los cruzaba una y otra vez.
 
 
Hoy sigue siendo mi transporte preferido. Y lo es porque lo asocio siempre a cosas buenas, a viajes chulos y a momentos que valen la pena.


El viaje pendiente es el “Orient Express”, nada me gustaría más que hacer un viaje en él. Sabíais que su historia se remonta a 1883?
Cuando el francés Georges Nagelmackers, creador de la Compagnie Internationale des Wagons-Lits, ideó un servicio que uniera las capitales de Europa Occidental con las rutas orientales de manera confortable, utilizando los primeros coches cama y vagones-restaurante del viejo continente. En octubre de ese mismo año, los primeros pasajeros del entonces llamado 'Express d’Orient' partieron de la Gare de l’Est de Paris con destino a Giorgiou, Rumanía, pasando por Múnich y Viena. Posteriormente, tras atravesar el Danubio, tomaron otro tren y finalmente un trasbordador con el que llegaron a Constantinopla (hoy Estambul), por entonces aún capital del imperio otomano. Seis años después fueron completados los tramos de vía necesarios que permitieron unir los dos extremos de la línea con el mismo tren, que poco después fue rebautizado con el nombre definitivo de Orient Express.

 

El Orient Express de nuestros días es idéntico al de hace casi un siglo: confortable, pero sin concesiones a la modernidad, que es donde también radica su encanto. Todo es delicado y elegante, pero para nada ostentoso", indica Bruno Janssens, director del tren a cuyas órdenes tiene a un staff multinacional de impecable trato con los pasajeros y gran formación en hostelería, para los que es un honor formar parte de la tripulación de un tren que desde su reestreno hace 31 años ha recorrido ya más de cuatro millones de kilómetros por Europa, siempre desde marzo a noviembre. He indagado y este año, en el programa de viajes, a las ciudades habituales como París, Venecia, Budapest, Londres o Praga, se han añadido por primera vez dos capitales nórdicas: Estocolmo y Copenhague. Además, durante estos días, el tren realiza su trayecto más habitual: en Londres-París-Venecia en ambos sentidos, pasando por Austria y Suiza.
 
 
Sin duda ha de ser toda una experiencia, lo malo es que hay que ahorrar mucho, en fin, como sueños hay que tener, lo guardamos en la cajita de “Cosas que hacer antes de los 50” y seguimos metiendo moneditas en el cerdito.

Comentarios

  1. Muy buenas.

    Yo también monté por vez primera en tren a los seis años pero a diferencia de ti no recuerdo el destino, sólo de ir en el tren y que me gustaba.
    Hoy te he descubierto y después de leer un par de post, cuando tenga tiempo leeré el resto, me he decidido a escribirte para animarte a que sigas y desearte suerte en esta aventura.

    Me gusta la forma en la que escribes.

    BESOS!!!

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    1. Muchísimas gracias Trinidad, ojalá lo hagas siempre, un beso grande!

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  2. los trenes fueron fuente de inspiracion para la arquitectura moderna, allá por el siglo 19, donde estaban naciendo y concurriendo el Art nouveau y Moderné, tal vez te ha pasado lo mismo que a los estudiantes de la Bauhause, quedarte tan impregnada de ello de tal forma, que a lo largo del tiempo ha ido influyendo sutilmente en tu personalidad como a Benita Otte...esperamos grandes cosas de ti querida amiga.

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Espero no defraudar, está siendo un gran reto. Gracias por estar siempre ahí.

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  3. Hola Angels
    La magia de los recuerdos de la niñez. Qué grandes momentos cuando de niños descubrimos nuevas cosas.
    Hoy en día aún los revivo cada vez que oigo y siento el traqueteo del tren.
    Muy interesante la historia del “Orient Express”. No me importaría nada pasar unos días de travesía viajando en un tren... leyendo....conversando con otros viajeros o simplemente observando cómo pasa la vida a través de una ventanilla.
    Te felicito por el post, porque mediante tus letras me haces vivir y revivir buenos momentos. Un beso. :)

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    1. Ese es sin duda uno de los objetivos de este blog, me alegra leerlo. Gracias por asomarte a este vagón cada día.

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