Ya voy yo delante

Ni flores ni gafas de sol, para un día que me muero no ocultéis vuestros ojos hinchados ni el rímel corrido, para un día que me voy sentíos libres para expresar vuestros sentimientos.
Ponte ese pantalón negro con pinzas, el que tiene el dobladillo vuelto, el que cogí para ti en ese reportaje, creo que sabrás cual te digo. Y nada de zapatos negros, te quiero con taconazos rojos, a lo “Audrey” pero con un fondo “Rita”. Y hazte un moño alto, a lo “Bardot”, así tenemos a todas las grandes en una.

 

No llores en el avión, no lo hagas porque llegarás hecha un pez globo, bah, sé que no me vas a hacer caso, pero supongo que es lo que toca, para una vez que me muero, te dejo llorar.

No te quedas sola, eso yo no lo permitiría ni muerto, encontraré el modo de venir a verte cada noche, no en plan “Ghost” porque tú y yo nunca hemos sido de dramas, pero quizá si en plan “El sexto sentido” aunque pensándolo bien, tú siempre tienes frío, bueno, no te preocupes, hallaré el modo.

Te lego mi colección de libros, de música y de camisetas, los zapatos puedes regalarlos, y los trajes dáselos a Bertrand, que ahora que está más delgado le sentarán bien. Y no llores, no llores mientras lo haces o parecerá que no se los quieres dar.

Te echaré de menos, porque joder, tengo que echarte de menos si soy yo el que se ha ido, pero quiero para ti una vida digna de ser contada, una vida llena de sonrisas y canciones, de paseos y excursiones, de tardes bajo la lluvia y mañanas al sol, y ten muchos niños, y a alguno ponle mi nombre (Sé que lo harás de todos modos).

A él dile que a veces le entendí y a veces deseé romperle la cara, así con esa dualidad tan típica del ser humano, pero se lo que consiguió en ti y por eso y algunas cosas más te digo que le quise. Debes entenderle un poco más, no es fácil ver los toros desde la barrera, ponte sus zapatos y baila, así sabrás como se siente. Pero tampoco permitas que te diga cómo llevar tu vida que tú para eso te bastas y te sobras.

Echaré de menos llamarte un viernes por la tarde y preguntarte que vas a hacer para cenar, echaré de menos que me respondas ensalada y que yo te diga pues hasta mañana, claro que también echaré de menos que me digas rape al azafrán y entonces decirte que yo llevo el vino.

Dile a mi madre que no se ponga sombrero, no se lo ha puesto nunca y esto es un funeral no una jodida boda en Oxford.

Y que suene un Réquiem, porque si te digo la de los “Village People” seguro que me mandas a la mierda.

 

 

 

 

 

Y nos vemos pronto, solo que como no sé qué tal está el camino voy yo delante y luego te cuento.