Brujas
El día antes de realizar un viaje siempre lo paso a caballo entre la emoción y la euforia.
Es depositar la maleta encima de la cama y verme con un pie en el destino, en ese momento ya empiezo el viaje.
Y lleno la maleta de muchos "Por si acaso" y no olvido el cargador del móvil, porque sin eso amigos, la llevamos clara.
Y pienso en todas las fotos que voy a hacer, en todos los lugares anotados como "Visita Obligatoria", en las ganas de ir descubriendo restaurantes, plazas, calles, tiendecitas, gentes.
Y me acuerdo de Brujas, que hermosa ciudad, me gusta en cualquier época del año, pero reconozco que aquel viaje, en aquellas Navidades fue uno de los viajes de mi vida.
Porque los días pasaron entre chocolate y cerveza, porque nunca en mi vida he pasado tanto frío, porque os juro que creía que iba a convertirme en estatua de hielo. Pero qué bonito todo.
Imprescindible perderse en su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.
Navegad por sus canales, pero abrigaos como si no hubiera un mañana o cogeréis el resfriado de vuestra vida y el resto del viaje lo pasareis en la habitación del hotel dopados hasta las cejas de paracetamol y con la nariz tan congestionada que ni el chocolate podréis oler, o sea que, abrigaos! :)

Capital del Flandes occidental, linda al este con Holanda, al oeste con Francia, y al Norte con el Mar del Norte, conocida como "Bryggia" que significa puentes, muelles, atracaderos, cabe destacar que en su idioma, el flamenco / neerlandés , Brug significa puente. Debe así pues su nombre a la gran cantidad de puentes que hay.

Los días pasaron entre calles adoquinadas, lagos increíbles, maravillosas chocolaterías, gofres, patatas fritas (Tienen hasta un Museo en honor a la patata frita) y por supuesto cerveza.
Y una película rodada aquí, seguro que la habéis visto.
Os dejo el tráiler.
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