Sol, Agua y Tierra

Estoy convencida que cualquier cosa que inicies con el alma funciona y trasciende, es el caso del proyecto que  http://www.el3ments.org/conoce-el3ments  lleva a cabo desde hace tiempo.

Hay una cita de Leonardo Boff que me encanta y dice algo así como "Una sociedad que decide organizarse sin una ética mínima, altruista y respetuosa de la naturaleza, está trazando el camino de su propia autodestrucción"

Pues precisamente El3ments abandera la pasión por la tierra. Corren tiempos difíciles para conseguir la armonía entre el medio rural y la sociedad, tan ávida de todo lo artificial, tan irrespetuosa con el medio, un gran deseo de hormigón y alquitrán, que nos pasa factura.
Desde El3ments están convencidos que puede reconocerse la labor de toda esa gente que se dedicó con tanto esfuerzo a recuperar la riqueza respetando las tradiciones, respetando a la naturaleza para obtener lo mejor de ella, la tierra.

 

Cultivos perfectos, de máxima calidad que para que se den a cabo necesitan de tres factores, Sol, Agua y Tierra ellos prefieren llamarlos "Luz, Vida y Hogar".
Proyecto que consiste en una forma de explotación agraria inteligente, respetuosa y sostenible para la recuperación del medio rural.

 

 

 

Y una persona, detrás de muchas, una persona con la mayor ilusión, con la mayor implicación, una persona con una gran humanidad y una increíble sensibilidad abanderando este proyecto. Héctor Molina  http://www.el3ments.org/joven-agricultor-innovador

 

Puede sorprender encontrar tanto amor y respeto por la tierra en alguien tan joven, pero si creces entre los árboles, si forman parte de lo que eres, no tienes más remedio que abrir tu corazón. Corazón que Héctor abre a finales de 2009, donde decide dedicarse plenamente a la tierra que se encuentra en estado de abandono y a recuperar variedades de naranjas, mandarinas, arroz y olivo, entre muchas otras cosas.

Y me emociona que el factor "persona" sea lo más importante, me emociona el mimo y cariño que les dedican a los cultivos, la ilusión tan enorme en cada semilla que germina, en las gallinas que pronto habrá y en la casita tan chula que Maribel y Pedro les harán. Y en las paellas que a buen seguro comeremos juntos, rodeados de naturaleza que mecerá sus ramas en señal de agradecimiento.

Recuerdo que yo también correteaba entre olivos, almendros y algarrobos, que subirme a ellos me parecía la aventura más increíble de todas, imaginando mil y una historias.
Las ramas y troncos eran perfectos escondites para los momentos de lluvia, el olor de la tierra mojada impregnándolo todo.
La búsqueda de caracoles, y la pena que me daban luego y como los liberaba cuando nadie me veía.
Las meriendas de pan con tomate y aceite de oliva.
La recogida de almendras, y como me fascinaba partirlas con una piedra (A mis dedos menos)
La recogida de aceitunas, lo duro que era!!! Y como luego íbamos al molino.
Tantos y tantos recuerdos que gracias a gente como Héctor Molina están más cerca de no perderse nunca.

A los que dan sin esperar, gracias.
A los que creen, gracias.
A los que luchan por cambiar las cosas, gracias.
A los que se implican, gracias.
A los que no se venden, gracias.



Fotos de El3ments, Héctor Molina y Pinterest.