El café y yo

Hoy todo cuesta un poco más, es lunes, si y el cuerpo lo sabe.
Todo transcurre como en una peli de acción, el mundo a cámara lenta mientras explota algo.
Y llevo mucho café, y vale que el beberlo habitualmente te libra de la tendencia a la depresión, al llanto y al Trankimazín, pero es que realmente llevo demasiado.
Así que pienso en relajarme, en tratar de motivarme para darle la vuelta a un día un tanto gris y pesado. Y pienso en más café, con espuma, con dibujitos hechos con cacao, con canela, de mil formas, pero café.


Decido salir de esa espiral de cafeína y pasear un poco, y casualidades de la vida, me encuentro con una amiga  a la que hacía una eternidad que no veía, y ahí como dos estatuas de sal en medio de la fría calle empezamos a contarnos la vida, hasta que el sentido común sugiere ir a tomarse un café (No hay forma de librarse de esta droga).


Me cuenta que trabaja en la Agencia de Protección de Datos, y me quedo a cuadros porque digamos que la discreción nunca ha sido lo suyo, vamos, que si le contabas que te había salido un grano, al cabo de 5 min lo sabía todo el edificio.
Dice que el secreto profesional lo lleva a rajatabla, que otra cosa es el personal, que ahí hace aguas, ya ya ya afirmo categóricamente. Me cuenta muy emocionada que ha cambiado mucho, que se ha jurado  no dar ni un pelo ni una señal de su vida en este trabajo, un buenos días, buenas tardes y para de contar. Correcta, comedida, profesional. Pero dice que el primer día de trabajo le pidió un ibuprofeno al de la centralita diciéndole que tenia la regla y que claro, ahora le calcula los ciclos mejor que su ginecólogo. Y que incluso un mes que tuvo un retraso le compró un "Predictor", yo me rio a sonoras carcajadas mientras me imagino la cara de mi amiga cuando el de la centralita le depositó un test de embarazo en la mesa.

No te rías, exclama muy seria, lo peor, es que hicieron hasta una porra para ver quien era el padre. Fue una "Community Manager" que me detesta, que siempre se muere de envidia por los zapatos que llevo, y que se pasa el día cotilleando. Un día coincidimos las dos en los lavabos, y yo, que estaba más encendida que una falla, me quedé mirándola mientras se cepillaba los piercings y le solté un "Hola" demoledor, para provocar añadí un "Estoy hablando contigo".
 Funcionó, vaya que si funcionó, me miró y te juro que parecía la niña del exorcista, soltando espuma por la boca y todo, me dijo un tímido uy hola es que no te había visto, y yo crecida como un miura la sometí a un tercer grado y al final confesó.
Le dije mirándola desde la perspectiva de mis Louboutin de 15 cm que le perdonaba  la vida, pero que mis embarazos, o la ausencia de ellos era  cosa mía, así como la identidad de los padres. Y que si volvía a suceder algo así, me iba a hacer un bolso con su culo.
Ahora me adora, me trae chorizos de su pueblo, sobaos cuando visita a su abuela, y me da las direcciones secretas de páginas webs de chollos.
En el fondo, estas friquis modernas están faltas de cariño, mucho blog, mucho twitter, mucho Facebook pero en la vida real lo tienen crudo. Te lo digo de verdad, yo que soy mucho de rajar y aquí me tienes yendo al baño cada dos por tres con una colitis impresionante y sin poderlo contar.

Tras despedirnos, me dirijo divertida al trabajo, pienso en parar antes por la máquina de café, uno doble, con espumita y un toque de vainilla.






Comentarios

  1. La veritat es que som un adictes al cafe, a mi ja ni m'afecte la cafeina, encara que se que fins no me prengue un pel mati, no m'entere de la pelicula!!!

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