Luka

Me gustaban los animales, de hecho siempre me paraba a acariciar a algún peludito que me cruzara en el camino, les sonreía incluso, y si estaba comiendo algo en aquel momento lo compartía generosamente, pero me pasaba como con los niños, que me los como con intensidad pero al final del día, cada oveja en su corral.

Mi madre había tenido una gata negra llamada "Mininín", la recuerdo trepando a mi regazo en los días de invierno buscando el calorcito ajeno, era mimosa y juguetona y vivía con mis abuelos, así que lo que se dice experiencia real con animales, cero.

Tras la infancia, la adolescencia, y con esta el marcharse fuera a estudiar, seguimos con experiencia cero. (Porque los canarios no cuentan, no es que no los considere dignos, pero si no hay que sacarles y vacunarles, no cuentan).
Y mi primer trabajo llegó casi de la mano de la independencia.
 Mi amiga Anna y yo nos fuimos a vivir a un chalet destartalado en el que te congelabas en invierno, en el que cocinar era una aventura propia de Barbie, de hecho creo que la cocina de juguete de esta era cuatro veces más grande que la nuestra, pero que bien lo pasamos, recuerdo aquella época con mucho cariño.
Y una noche, mientras cenábamos me dijo que alguien de su trabajo había visto a una cachorrita en una granja a la que iban a sacrificar, que era la última de la camada y que si nadie la quería, la iban a matar. Continué cenando como si aquello no fuese conmigo, como cuando había que repartirse las tareas domésticas y yo me hacía la sueca con matrícula de honor. Pensé que cambiaría de tema, pero no. Siguió y siguió, repitiendo cruelmente la frase : "La van a matar" sin parar. Recuerdo que le dije, -Anna, yo no tengo ni idea de perros.

Al día siguiente, cuando llegaba a casa, vi que Anna acababa de llegar también, esperé a que acabara de aparcar el coche y entonces, la vi. Una bola peluda negra, con unas patas enormes, terriblemente desproporcionada, cuerpo de gatito con patas de jirafa. Madre mía, pensé.

Me acerqué a Anna diciéndole : - Tipo Cooker? Tu vacilas o queeee? Esto se va a hacer enorme!!

Casi 42 kg llegó a pasar, casi nada para lo que tenía que ser un Cooker.
Era incansable, tenía una energía que me volvía loca, por no hablar de las decenas de zapatillas que destrozó, todo lo que estaba a su alcance, Luka lo reducía a polvo, era así de minimalista. Los primeros paseos una locura, unas carreras sin espuela. Hubiésemos ganado todos los campeonatos, estoy segura.
Con el tiempo Anna se independizó de nosotras.
Y así fue como Luka y yo empezamos a compartir casa.

Y con los días, con las semanas, con los meses, y con las primeras mudanzas, empezó a convertirse en mi mejor compañera, la que me esperaba siempre ilusionada, la que movía su cola al verme entrar, la que me recibía con el lomo agachado cuando había hecho alguna trastada, la que compartía mis cenas cuando yo no tenía hambre, la que me veía llorar, la que apoyaba su cabeza en mi regazo cada noche mientras veíamos la tele. Luka.

No se cuando fue, no recuerdo el momento exacto, solo se que un día no pude imaginarme mi vida sin ella, me costaba mucho visualizar un día a día sin ella, sin nuestros paseos, sin nuestras excursiones a la playa, sin los viajes en coche, sin los momentos que en silencio compartíamos.

Casi 12 años estuvimos juntas, y puedo asegurar que ella me enseñó muchísimas cosas importantes de la vida.
A tener paciencia.
A tolerar.
A ser generosa.
A disfrutar de las pequeñas cosas.
A saber amar a un animal.
A comprender que un guau a las 2 de la mañana significa vámonos a la calle.

Se fue un viernes de mayo, se fue por un largo pasillo que no quise mirar, solo recuerdo que nos miramos, rogué que no te rindieras, que había mucho que hacer todavía, pero tu vida se apagó ese día. Y la mía ya no volvió a ser igual.

 

A los que no os gustan los animales (que estáis en todo vuestro derecho) no os pido que os guste el post, ni que tengáis pena, me conformo con que les respetéis y que nunca, bajo ningún concepto les hagáis daño, creedme que para ellos nosotros somos lo mejor de su vida. Su gran razón de ser, y sinceramente, no abunda esa clase de amor tan incondicional.
Por supuesto este post es para ti Anna, te quiero.

Y por supuesto, tu canción.