Carla Montero

A lo largo de mi larga y productiva relación con libros y autores he experimentado toda clase de sensaciones. Algunas de ellas fascinantes, plenas, maravillosas, inesperadas, otras en cambio tristes, amargas, crueles, en ocasiones perfectas,también insufribles, y otras tantas inimaginables.
Y una autora capaz de reunirlas a todas y regalarnos con su inmenso talento un pedazo de magia encuadernada, ella, Carla Montero.


Reconozco que me puedo pasar una tarde en Zara, pero reconozco que puedo quedarme a vivir en una librería, nunca tengo bastante, soy la típica loca que recorre cada una de las estanterías con verdadera obsesión. Y en una de esas tardes de nariz pegada a los lomos de colores mientras el olor a papel y tinta me envolvía como una segunda piel, descubrí un libro con lomo negro y letras verde esmeralda, cuyo titulo era "La Tabla Esmeralda", tras el repaso habitual a portada, contraportada y a la primera frase del libro, me decidí a comprarlo. Ese fue el principio de un amor que va a durar sin lugar a dudas, toda la vida (quien pudiera decir lo mismo del otro amor).



Su biografía empieza así :

"Me llamo Carla Montero. Nací en 1973, así que soy de la generación de la televisión en color, de Barrio Sésamo y el Un, dos, tres. Quizá de la última generación que ha jugado en la calle a polis y cacos, la goma y las chapas. La primera generación que conoció los videojuegos y empezó a alimentarse de bollería industrial -adoraba el Tigretón-. Me cuesta reconocerlo, pero soy de la generación de las hombreras, los calentadores y el pelo cardado. A nosotros ya nos decían que lo teníamos todo; entonces no sabían lo que tendrían nuestros hijos."
Os animo a que sigáis leyéndola  Carla Montero

Tras  La Tabla Esmeralda corrí veloz y con un síndrome parecido al de la abstinencia a por  "Una dama en juego".


No os voy a contar nada de ellos, porque lo que quiero es que os los leáis, pero os diré que no os van a dejar indiferentes.
Emocionada, y ansiosa a partes iguales por empezar "La piel dorada" que es su último trabajo. Así que en busca de las gafas perdidas (eso da para un par de post) y a disfrutar.
Feliz viernes.




 

Comentarios

Entradas populares