Imagino
En el remanso de paz de las noches que se duermen tardías aparecen inevitablemente fantasmas de un pasado lejano pero no olvidado, los recuerdos hundidos bajo el peso de la cordura, la tibieza de mil gestos compartidos bajo el mismo sol.
Imagino que no estará siendo fácil, imagino que los retales te persiguen a deshoras provocándote suspiros muy amargos, la mirada que se congela, las sienes latiendo cuando el roce de una piel vuelve a la memoria, tu mano enredada en mi pelo, los ojos que brillaban para ti, la luna que nos alcanzaba entre caricias, sonrisas y botones que se desabrochaban.
Imagino que te duele.
Imagino la cara de preocupación.
Imagino todo lo que ya no puedes llegar a imaginar.
Imagino que es normal.
El descenso a los infiernos del que bailó bajo una lluvia que no dejaba de mojar amor, el poco reconocimiento, el inmaduro paladar que no supo diferenciar lo que había llegado para quedarse, la escasa capacidad de reacción, el factor sorpresa que se nos murió en una estación, tu mirada en la mía, las palabras olvidadas entre la mesita y la noche anterior, la cabeza que no quise volver, la última imagen de ti.
El corazón que deja de hablar.
El corazón que pierde el compás.
El corazón que se niega a sangrar más.
El corazón que levanta la bandera blanca.
El corazón en cuidados intensivos.
Imagino que te haces el fuerte pero que por dentro te estás muriendo, puedo imaginarlo porque te quise por todo lo que nunca llegabas a decir, te conocía más de lo que tu llegarás a conocerte alguna vez, fuimos silencio en una tarde de viento enfurecido, fuimos sal en un desierto, fuimos gota en un mar, fuimos canto rodado en un viejo rio.
Imagino que imaginas que a mi no me duele, imagino que tampoco creerías mi respuesta, nunca lo hiciste, nunca pudiste respirar.
Esta vez soy capaz de recoger las alas y prepararme para un nuevo viaje porque el silencio entre nosotros era el indulto que aguardaba con impaciencia en una tregua que nunca llegaba, porque al fin los recuerdos dejaron de doler, ya no hay nada malo, ya no me enfado al pensar en las cosas menos bonitas e injustas de la vida que vivíamos.
Remontaré el vuelo con ganas y fuerza, a lo lejos quedará la sombra del árbol muerto, verdes hermosos que se escapan de bosques perennes salpicados por los colores de la insuperable naturaleza, aguas transparentes en dónde las ranas barrigonas organizan sus fiestas, mirlos blancos, cortinas de sol jugando entre los árboles, vida, mucha vida bajo mis alas nuevas.
Imagino que a pesar de todo, tú, sonreirás.
Imagino que a pesar de todo, tú, te sentirás orgulloso de mi.
Imagino que no estará siendo fácil, imagino que los retales te persiguen a deshoras provocándote suspiros muy amargos, la mirada que se congela, las sienes latiendo cuando el roce de una piel vuelve a la memoria, tu mano enredada en mi pelo, los ojos que brillaban para ti, la luna que nos alcanzaba entre caricias, sonrisas y botones que se desabrochaban.
Imagino que te duele.
Imagino la cara de preocupación.
Imagino todo lo que ya no puedes llegar a imaginar.
Imagino que es normal.
El descenso a los infiernos del que bailó bajo una lluvia que no dejaba de mojar amor, el poco reconocimiento, el inmaduro paladar que no supo diferenciar lo que había llegado para quedarse, la escasa capacidad de reacción, el factor sorpresa que se nos murió en una estación, tu mirada en la mía, las palabras olvidadas entre la mesita y la noche anterior, la cabeza que no quise volver, la última imagen de ti.
El corazón que deja de hablar.
El corazón que pierde el compás.
El corazón que se niega a sangrar más.
El corazón que levanta la bandera blanca.
El corazón en cuidados intensivos.
Imagino que te haces el fuerte pero que por dentro te estás muriendo, puedo imaginarlo porque te quise por todo lo que nunca llegabas a decir, te conocía más de lo que tu llegarás a conocerte alguna vez, fuimos silencio en una tarde de viento enfurecido, fuimos sal en un desierto, fuimos gota en un mar, fuimos canto rodado en un viejo rio.
Imagino que imaginas que a mi no me duele, imagino que tampoco creerías mi respuesta, nunca lo hiciste, nunca pudiste respirar.
Esta vez soy capaz de recoger las alas y prepararme para un nuevo viaje porque el silencio entre nosotros era el indulto que aguardaba con impaciencia en una tregua que nunca llegaba, porque al fin los recuerdos dejaron de doler, ya no hay nada malo, ya no me enfado al pensar en las cosas menos bonitas e injustas de la vida que vivíamos.
Remontaré el vuelo con ganas y fuerza, a lo lejos quedará la sombra del árbol muerto, verdes hermosos que se escapan de bosques perennes salpicados por los colores de la insuperable naturaleza, aguas transparentes en dónde las ranas barrigonas organizan sus fiestas, mirlos blancos, cortinas de sol jugando entre los árboles, vida, mucha vida bajo mis alas nuevas.
Imagino que a pesar de todo, tú, sonreirás.
Imagino que a pesar de todo, tú, te sentirás orgulloso de mi.
Bonito regalo antes de una larga jornada de trabajo..gracias !! Feliz día Ángels)))
ResponderEliminarFeliz lunes Javi, que sea perfecto, un beso grande!!!
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