La suerte
La luz suave de las primeras horas me hace desperezarme bajo una sábana fresca que alargo hasta los ojos, me gusta despertar despacio, me gustan esos cinco minutos más, me gusta cambiar de postura y amar mi cama.
A medida que los ojos van habituándose al nuevo día, los pensamientos van colocándose en sus puestos habituales dispuestos a acometer con éxito su misión diaria.
Afortunada, por vivir un día más, feliz, porque ello me permite sonreír un montón de veces y en horas imprevistas, contenta, porque así es como siempre me levanto, dispuesta, a afrontar lo que venga, orgullosa, de tener a personas maravillosas que me lo hacen todo más fácil.
Desayunar medio dormida, beber el café despacio, mordisquear las tostadas e ir preparándome para subiros el post del día, y van llegando las sonrisas, llegan las razones para no dejar de hacerlo, llegan las personas bonitas que te desean un feliz día, llegan los corazones, llegan las primeras risas.
Los zapatos a sus puestos, los labios discretos, los ojos bien abiertos, las calles que se pisan cada nuevo día como si fuese la primera vez, los niños somnolientos que van a esas clases de verano, sonrío para mis adentros mientras voy adelantándolos a todos, sonrío porque creo que mis veranos fueron mucho mejores, tal vez no aprendí tanto, pero las lecciones de vida que me daba mi abuela no las cambio por nada, al igual que no cambio las mañanas con ella en el mercado, elegir yo los tomates, ayudarla con la comida, escuchar sus historias, disfrazarme con sus vestidos, quedarme dormida bajo un sol feroz, la crema que ella me daba por la noche porque mi espalda había sufrido las consecuencias, despertar en aquella casa, despertar con ella, correr por esas calles, definitivamente esa infancia fue el mejor regalo para las tardes melancólicas que se tienen de mayor sin saber muy bien porqué.
Soy una mujer con suerte porque siempre encuentro mil razones para seguir.
Soy una mujer con suerte porque siempre llega ese mensaje que me alegra el momento.
Soy una mujer con suerte porque recibo más de lo que doy.
Y me gusta la vida, y me gusta sentir, y respiro los momentos que van llegando, y grabo en la retina lo que me hace ser mejor, y aprendo cada día de un montón de personas, y me hace feliz hacer feliz.
Os deseo a todos el mejor jueves, que todo salga perfecto, que no os falten los motivos para sonreír porque valéis muchísimo, y porque para mi es un regalo teneros cada día.
A medida que los ojos van habituándose al nuevo día, los pensamientos van colocándose en sus puestos habituales dispuestos a acometer con éxito su misión diaria.
Afortunada, por vivir un día más, feliz, porque ello me permite sonreír un montón de veces y en horas imprevistas, contenta, porque así es como siempre me levanto, dispuesta, a afrontar lo que venga, orgullosa, de tener a personas maravillosas que me lo hacen todo más fácil.
Desayunar medio dormida, beber el café despacio, mordisquear las tostadas e ir preparándome para subiros el post del día, y van llegando las sonrisas, llegan las razones para no dejar de hacerlo, llegan las personas bonitas que te desean un feliz día, llegan los corazones, llegan las primeras risas.
Los zapatos a sus puestos, los labios discretos, los ojos bien abiertos, las calles que se pisan cada nuevo día como si fuese la primera vez, los niños somnolientos que van a esas clases de verano, sonrío para mis adentros mientras voy adelantándolos a todos, sonrío porque creo que mis veranos fueron mucho mejores, tal vez no aprendí tanto, pero las lecciones de vida que me daba mi abuela no las cambio por nada, al igual que no cambio las mañanas con ella en el mercado, elegir yo los tomates, ayudarla con la comida, escuchar sus historias, disfrazarme con sus vestidos, quedarme dormida bajo un sol feroz, la crema que ella me daba por la noche porque mi espalda había sufrido las consecuencias, despertar en aquella casa, despertar con ella, correr por esas calles, definitivamente esa infancia fue el mejor regalo para las tardes melancólicas que se tienen de mayor sin saber muy bien porqué.
Soy una mujer con suerte porque siempre encuentro mil razones para seguir.
Soy una mujer con suerte porque siempre llega ese mensaje que me alegra el momento.
Soy una mujer con suerte porque recibo más de lo que doy.
Y me gusta la vida, y me gusta sentir, y respiro los momentos que van llegando, y grabo en la retina lo que me hace ser mejor, y aprendo cada día de un montón de personas, y me hace feliz hacer feliz.
Os deseo a todos el mejor jueves, que todo salga perfecto, que no os falten los motivos para sonreír porque valéis muchísimo, y porque para mi es un regalo teneros cada día.
Feliz Jueves a ti también.Yo acabo de desayunar con tu post y como siempre me ha encantado.Saludos.
ResponderEliminarFeliz jueves Míriam, me alegra muchísimo que haya sido así, un beso.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarsuerte es salir de casa y encontrarse 5euros y el primer pensamiento que te viene es: " me cachis... no me llega para ir a Pip City, pero me tomaré un helado de coco pensando en que mi colegui está al otro lado de la mesa"; suerte es poder dirigir poderosos pensamientos para formar un abrazo imaginario; suerte de que el destinatario sea my sister. Suerte la que tengo al recibir siempre una sonrisa como respuesta al escribirte. A eso se le llama suerte darling! "you are my chiquito rincón de camaderia buena". ¿Que, quien me ha invitado a esta fiesta? nadie!!! que yo conozco a la dueña del blog oiga! aquí se paga en originalidad, poesía y rima urbana, se paga con destreza en la espada y gentileza con la pluma; aunque algunos quieran desplumarnos antes de tiempo querida, siempre nos quedarán las horchatas pendientes y los brownies... y algún que otro arroz que mal que le pese tendrá que comerse poniendo buena cara, porque de mis manos sale; no es que pretenda ser cocinero a estas alturas de mi vida, jajaja de diseñador me gano el pan a trompicones, pero aprendí a amasar harina por si vienen las vacas flacas... y para vacas gordas nos hincharemos a reírnos de los "hey nena" furtivos y nos abriremos paso dando codazos entre la muchedumbre, solamente para bailar sin que nos toquen en gin tonic, porque la vida mi querida Srta.Cid! mi gran amiga Cid, es una gran pista de baile y nosotros sabemos bailar al ritmo que nos pongan :-) salud Pip´s mother Pipo´s!
ResponderEliminary....siiiiiiiiiiii he borrado el comentario anterior porque se me ha escapado un kjdnckejnkceceb, que voy caminando y las farolas están buenas y al dente cuando no se pone atención :D
Sr. Llumiquinga, no se aleje nunca de mi vera porque el mundo con usted en él es perfecto, mi amigo incondicional, la llamada que repara, las palabras que curan, la lágrima que compartimos, la carcajada que festejamos, nosotros, lo que somos, lo puro del ser, lo grande del estar. Suerte es tenerle en mi vida y poder decir con la boca llena que siempre estaremos el uno para el otro, nos sobra el que no lo entienda, nos falta ese arroz y esos gintonics. Te quiero
Eliminar