Sin saber porqué

No recuerdo si era miércoles o viernes, no recuerdo cuando empecé a echarte de menos, ni cuando empezamos a compartir noches de lluvia y sonrisas que nunca veíamos.
Empezamos a ver juntos los amaneceres.
Empezamos a mirarnos con el corazón.
Empezamos a querernos desde dentro.
Empezamos a bailar en arenas movedizas.
Empezamos a admirarnos mientras el amor iba trenzando su largo plan a nuestro alrededor.

Ponte el vestido azul y déjame verte, recógete el pelo y deja que huela tu nuca, dame la mano y cógeme el alma, mírame y mátame, pero no dejes de hacerlo.
Sonríeme, haz que mi corazón quiera huir de mi pecho, ríe y conviértelo todo en una bella explosión.
Cocina a mi lado, lléname la nariz de salsa y echa a correr, llénalo todo de felicidad, inunda cada rincón de amor, pinta de color verde el gris que nunca debió existir, sujeta mi cara entre tus manos, mírame a los ojos, derrite todos los miedos y bésame.
Deja que no duerma, deja que te mire, deja que llene de besos tu amanecer, deja que te regale un abrazo nuevo, aquel que siempre guardé y jamás pude estrenar, déjame regalártelo.

Me gusta que me hagas sentir como un niño.
Me gusta tu forma de caminar.
Me gusta que a tu paso todo florezca.
Me gusta que seas puro amor.
Me gusta que bailes sobre el agua.

Las copas llenas abandonadas a su suerte, los besos que no pudieron contenerse, las noches llenas de momentos que se volvieron parte de una historia, la complicidad flotando entre dos ciudades, las nubes llenas de caritas sonrientes, y el perfume de gardenia y pan fijando cada recuerdo.

Descubrir si eres de verde o azul.
Descubrir el eco de tu risa.
Descubrir el olor de tu piel.
Descubrir donde habitan tus cosquillas.
Descubrir el amor que asoma en tu mirada.
Descubrir que tus mariposas vuelan con las mías.

Historias que empiezan a escribirse sobre un lecho de pan y leche, promesas que no necesitan nada, caricias soñadas, cerrar los ojos y dormirse mientras me acaricias el pelo, ir hacia delante para llegar al final, una meta regalada, unos sueños conquistados, de lo valiente y de su bella recompensa, lo que nos aguarda, lo hermoso de cada instante.
Sin saber porqué, hoy hay dos corazones que empiezan cuaderno, dos corazones que parten de cero, que cabalgan juntos a lomos de la más bella historia, historia que empezó un día impar regado por una lluvia que nos hizo levantar la mirada y sonreír.