El estudiante de periodismo

A Carlos Heredia le conozco desde que su madre le cambiaba los pañales, sé que este comentario no va a hacerle gracia pero así de injusta es la vida en ocasiones. Hoy, convertido en un adolescente que no se pierde ninguna entrevista siempre que venga firmada por algún periodista que admire, devora libros y siempre va por el mundo con los ojos bien abiertos, vuelve locas a las niñas pero confiesa que la única mujer de su vida es Jessica Chastain.

 
Simpático, divertido, inteligente y dotado de una gran sensibilidad, Carlos, que se reconoce como un  incondicional  del blog me dijo en una ocasión que si me dejaría  ser entrevistada, claro, contesté divertida, cuando quieras. Pues bien, llega ese momento de la mano del que va a ser un gran periodista, con ustedes el Sr. Heredia.

 
Angels Cid, la cara menos visible de La Vida Es Bella está acurrucada en un sofá enviando un mensaje desde su móvil, sonríe, intuyo que no es trabajo lo que lleva entre manos, la felicidad en su sereno rostro y mil sonrisas centellean en sus bellos y expresivos ojos. Piensa y mide lo que dice, hace largas pausas para dar con la palabra exacta, sonríe y levanta las manos apoyando sus respuestas, muy a la italiana. Lleva una falda negra con una elegante camisa blanca con bordados en el pecho, discreta y sencilla, apenas unos pendientes pequeños y un anillo por total ornamentación, y unos tacones que a mi me parecen altísimos. El pelo suelto cayendo sobre sus hombros con románticas ondas cobrizas, un maquillaje discreto, y un halo de iris levitando a su alrededor, debo preguntarle sobre su perfume, háganme memoria.
Su mirada es magnética, despierta, inquieta, mirada que mantiene y sostiene y a través de la que habla en múltiples ocasiones.

-Ante todo te reconoces como una currante, ¿crees en la suerte?.

Creo en la suerte, creo en el destino y en que las cosas suceden siempre por algo, incluso las que no suceden, pero esa suerte y ese destino te alcanzan siempre cuando estás de verdad trabajando para conseguirlo, para cambiar algo. Nadie te va a regalar nada. La vida son oportunidades que aprovechas, pero también esfuerzo y trabajo duro.

-Conociste a la Madre Teresa de Calcuta, ¿Cómo era?.

Poca gente sabe eso, (sonríe) pues era toda luz, única, inmensa a pesar de su escaso metro y medio de estatura, fuerte, una mujer a la que le gustaba hablar poco y hacer mucho. Pura generosidad, puro amor.

-¿Te gusta el karaoke?.

Bueno, (ríe) yo canto de pena, es la verdad, aunque soy consciente que no has de ser Mariah Carey para poder cantar en ellos, no sé, supongo que  me gusta la idea de ir con amigos, echar unas risas y poco más.

-Dime cómo desconectas del mundo.

Me gusta zambullirme en la lectura, pasar horas y horas involucrada en la historia que me están contando, la que estoy viviendo, imaginarla, hacerla real. También me gusta mucho cocinar, dadme harina, huevos, patatas, y alimentaré al mundo (sonreímos) ah, y la música, es algo sin lo que no puedo vivir.
También tejo, doy largos paseos, hago fotos, me siento en cafés y observo a la gente pasar, imagino sus vidas, qué les preocupará, qué les hará felices.

-Tu plato favorito es...

Me gusta mucho la comida casera, la de toda la vida, los platos de cuchara tan apetecibles ahora en invierno, la paella, la tortilla de patatas, un buen pescado. También me vuelve loca la comida Thai, soy muy de especias.

-¿De qué te sientes orgullosa?.

Bueno, de muchas cosas, pero principalmente de saber reírme de mi misma, creo que es una buena cualidad, ayuda a no tomarte las cosas tan en serio, sobre todo cuando éstas carecen de valor u importancia.
Seguir siempre con una sonrisa, a pesar de todo, a pesar de nada.

-Tus actores favoritos...

Meryl Streep, Helen Mirren, Al Pacino, Robert de Niro...hay muchos.

-Tu libro preferido...

Creo recordar que lo he dicho ya en alguna ocasión, es "El Coleccionista", de John Fowles. Cayó en mis manos bastantes años atrás, recuerdo haberlo empezado un viernes por la noche, debes saber que por eso es mi día favorito de la semana, lo asocio al fin del colegio, al inicio del tiempo libre que siempre destinaba a leer, podía sorprenderme la madrugada o la voz de mi madre diciéndome que ya era hora de dormir (sonríe con nostalgia) pues bien, creo que lo leí en una noche, me absorbió, y lo releo todos los años, tiene mucho significado para mi, por cosas confesables y otras que no tanto.

-Me gusta mirarte...

Gracias, responde con dulzura y sinceridad.

-¿Enamorada?.

Mucho, muchísimo, estoy en un momento hermoso de mi vida, un cruce de caminos con el amor en cada esquina, me siento muy feliz, si.

-¿Y cómo es el?.

Hay una canción que podría responderte por mi, (reímos) pero te diré que único, un ser maravilloso lleno de luz y amor, generoso, inteligente, paciente, tierno. Y con sentido del humor, ¡Hurra!.

-Sé que eres muy exigente contigo misma, por eso sé que no consentirías publicar tu libro sin haberlo examinado trescientas veces...

Cómo mínimo, si, (ríe) bueno, es algo muy tuyo, muy íntimo, como un hijo, algo visceral con luces y sombras que de repente vas a compartir con un montón de personas que no conoces, que tal vez no te entiendan, que juzguen rápidamente. Pero independientemente de eso, necesito sentir la satisfacción hasta la última página, por eso el retoque y la reflexión, pero pronto, pronto verá la luz mi pequeño.

-Te ruego encarecidamente que desveles el misterio de tu perfume...

Hoy es Infusión de Iris, de Prada, otros días Amour, de Kenzo.

-¿Qué es la felicidad?.

Una copa de vino, unas risas perennes, un paseo por la naturaleza y que te sorprenda el atardecer, una buena comida, un beso, la mirada del que te ama, jugar con niños, la complicidad que tengo con mi perro, el recuerdo de los que ya no están pero siguen latiendo en mi, la satisfacción del trabajo bien hecho, las lágrimas felices, los pequeños momentos.

-Te escapas siempre a ...

París, es mi ciudad,  forma parte de lo que soy y de lo que llegaré a ser. Una ciudad que siempre me ayuda en la toma de decisiones, que me enseña lecciones importantes, que entiende mi respiración y también mis silencios.

-Me gusta tu blog, la frescura, el ingenio, la elegancia de imágenes que acompañan magistralmente a los textos, me gusta lo que siento cuando acabo de leerte.

Muchas gracias, es todo lo que necesito, me gusta dejar ese buen sabor de boca, me gusta hacer felices a los demás, enseñarles a descubrir otros caminos, a no conformarse con lo que no les haga  felices, transmitir una actitud positiva, me gusta que aquí encuentren un momento de paz y reflexión.



Se levanta, damos por finalizada la entrevista, me sorprende lo rápido que ha pasado el tiempo, con ella es fácil, con ella da gusto. Me abraza y besa en las mejillas, me sonríe sincera y amorosa, dice que se ha sentido muy cómoda y relajada, dice también que cree en mi y en lo grande de mi ser, así es ella de generosa.
Comprueba su teléfono mientras sonríe, de veras tienen que verla alguna vez al natural, es pura energía, coge su bolso y sale por la puerta despidiéndose de la gente, no sé, pero me siento incompleto de repente, la echo de menos, y una canción en mi cabeza.



Carlos Heredia.




















 
 




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